Abstract
El problema de la contaminación al medio ambiente a partir de los textiles –y más precisamente a partir de los procesos de producción del jean- tiene alcance mundial; por ejemplo, hay países como Estados Unidos altamente contaminantes en donde al año se botan 13.000.000 de tejidos a vertederos; ó ciudades de la misma naturaleza como Hong Kong donde a diario se tiran 253 toneladas de productos textiles. Sin embargo, también existen conglomerados, como el Reino Unido, donde hay políticas de reciclaje fuertes y donde, al día de hoy, el 95% de los textiles se pueden reciclar (Salcedo 2014). En este orden de ideas, el jean, por ser uno de los materiales contaminantes del mundo (Safatle, 2007) por las mezclas de fibra con que se produce y por los productos químicos que se utilizan en sus procesos de acabados, genera un gran impacto en el medio ambiente, de manera particular en el aire y en los vertederos de agua (Viñolas, 2005). Como Diseñadores de Moda, merece toda nuestra atención, y por eso es en este que se deben concentrar esfuerzos para su reutilización (Brown, 2013).