Resumen
La educación en el siglo XXI debe brindar a los estudiantes las habilidades que precisan, para lograr el desarrollo y alcanzar el éxito en esta nueva etapa de la humanidad, puesto que se cuenta con apoyos para aumentar su confianza en la práctica de sus destrezas, gracias a la gran cantidad de información disponible, lo cual exige que esas habilidades se centran más en dar sentido a la información, compartirla y usarla de manera inteligente.
Debemos contemplar cuatro componentes importantes para el aula del siglo XXI: Creatividad, se trata de pensar la información de nuevas maneras, hacer diferentes conexiones, y encontrar soluciones innovadoras a los problemas. El Pensamiento Crítico, para analizar información y criticar afirmaciones. La Comunicación, es razonar las cosas lo suficientemente bien, como para compartirlas claramente con otras personas, y la Colaboración, se trata del trabajo en equipo y el ingenio colectivo de un grupo, que va más allá de la suma de sus partes.
Hay otras habilidades que son importantes y se encuentran dentro de estas cuatro áreas: El emprendimiento, puede considerarse una habilidad propia; la investigación y resolución de problemas, son clave; la inteligencia emocional (EQ), como una de las más importantes para el trabajo, y las relaciones exitosas.