Abstract
El desarrollo de iniciativas de organización social para el aprovechamiento colectivo de recursos naturales constituye una forma de gestión y gobernanza que favorece la inclusión de todos los actores de un territorio, aspectos básicos para lograr un mayor crecimiento de los individuos como sujetos sociales y en términos económicos. La gestión del recurso hídrico es fundamental para el desarrollo de un territorio, pero en algunos casos, como en la comunidad San Juanillo, en Ciudad Darío, Nicaragua, la falta de organización social de la comunidad para la gestión de dicho recuso puede es tan importante como la limitante de acceso al mismo en la estación seca. La población que habita la comunidad se encuentra por debajo de la línea de pobreza en un 90% y tiene como actividad económica principal la agricultura, para la cual disponen de parcelas menores a 3 ha para cultivos, por cuanto gran parte de su producción es con fines de autoconsumo con ventas de excedentes principalmente en la comunidad a intermediarios. Esto agrava las condiciones de producción, que depende de agentes externos para la asistencia técnica, dado que la disponibilidad de personal con estudios de nivel técnico o universitario representa solo el 7% de la población. Emprender una iniciativa de organización colectiva en la comunidad requiere, por tanto, de la implementación de programas que con un enfoque holístico y sistémico desarrollen las capacidades de autogestión de los comunitarios en temas de producción, tecnología, formación técnica y gestión ambiental sostenible del recurso hídrico.