Resumen
Como dijo Abraham Lincoln: “La filosofía del aula en una generación será la filosofía del gobierno en la siguiente”. En este mundo global reconocemos la realidad de este sentido filosófico, lo que exige a los científicos de este siglo a implantar de manera constante los procesos de formación en los estudiantes de diferentes programas, los proyectos integradores de aula, buscando así, el desarrollo de competencias a través del conocimiento significativo, que permite al estudiante explorar con la realidad, su entorno, comunidad, y lo vincula a la iniciación científica desde la investigación formativa, despertando el interés de los estudiantes en indagar lo desconocido y ser competentes en el área de estudio.
Hablar del proyecto integrador de aula es hablar de las competencias que aplica el estudiante Areandino en el aula de clase. La enseñanza tradicional se presenta en forma segmentada, se separan las disciplinas antes de reconocer sus solidaridades, se fragmentan los problemas más que vincularlos e integrarlos. Luego, se propone que la formación debe contemplar el abordaje de problemas que demandan comprensiones holísticas (como por ejemplo la pobreza, la contaminación ambiental, la violencia, los modelos de desarrollo, el desarrollo tecnológico, entre otros), donde se vinculen los intereses y saberes de los estudiantes con los conceptos, procedimientos, enfoques y propuestas propias de las disciplinas naturales y sociales al servicio de la comprensión de situaciones, relaciones y entornos propios de las diferentes áreas del conocimiento.