Resumen
En un mundo cambiante y dinámico, la educación es llamada a ser consecuente con dicha transformación, alineándose a necesidades emergentes de individuos que a diario buscan explorar y dar una nueva connotación al aprendizaje significativo, canalizando el nuevo conocimiento a través de experiencias memorables que disten de un esquema memorístico y/o conceptual sin conexión con la realidad y su entorno. Es así como, a través de un ejercicio desarrollado en el aula de clase se pretende articular el arte, la creatividad y la innovación como catalizadores del conocimiento a través de la propia creación de los estudiantes involucrados. Ahora, prácticas como las descritas en el presente artículo, pretenden motivar la labor del docente en su espacio de interacción con estudiantes a través de prácticas disruptivas que asocien múltiples actores de su entorno.