Resumen
El siguiente artículo plantea la evaluación como agente formador dentro de un proceso de inclusión en una asignatura de contenidos diseñados para personas sin ninguna alteración física con un enfoque conductista. Cuando en el aula se encuentra un agente que, por su sola presencia ya representa una necesidad de cambio se debe estar en capacidad de producirlo. Durante este artículo se hablará de cómo se adaptó la pedagogía, la evaluación, la didáctica y los contenidos para responder a las necesidades específicas del sujeto que aprende a quién se le aplicó una evaluación que permitiera evidenciar su cambio y evolución durante su paso por el módulo de técnicas manuales. Todo esto fue posible gracias a la articulación de diferentes teóricos disciplinares como Kaltenborn y Mulligan con teorías propias de la pedagogía como el pensamiento complejo, el aprendizaje basado en problemas, el constructivismo y la evaluación formativa.