Resumen
La mucosa que se encuentra revistiendo la pared de la vía aérea, a excepción de los bronquios principales, contiene células ciliares provistas de aproximadamente 200 cilios cada una. El batido de los cilios (frecuencia 12 y 15 Hz) entre el líquido preliciliar desplaza el moco hacia el exterior. Sin embargo, es importante remarcar que son dos mecanismos fisiológicos destinados a mejorar el aclaramiento de las secreciones bronquiales: los cilios y el flujo espiratorio. Este sistema de auto limpieza puede verse desbordado en algunas situaciones como infecciones respiratorias, presencia de cuerpos extraños en la vía aérea o fallo de la bomba respiratoria. (1) El aumento y modificación de secreciones bronquiales (el aumento de la viscosidad) deriva en la disminución de la luz de las vías aéreas y el enlentecimiento del batido ciliar que provoca obstrucción al flujo aéreo (2).
Es en este contexto, las estrategias terapéuticas en el cuidado respiratorio cobran valor. Algunas ideadas para facilitar, a partir del conocimiento de la misma fisiología, el drenaje de la mucosidad retenida, así como la optimización de la tos, principal mecanismo protector de la vía aérea. Otras, para soportar de manera parcial o total la respiración de la persona, si la falla se presenta, y otras para optimizar la mecánica ventilatoria y unas más para predecir el éxito del retiro de dicho soporte (2).