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Thu, 18 Jun 2020 in Investigaciones Andina
PREVALENCIA DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS Y FACTORES RELACIONADOS EN SOLDADOS REGULARES ADSCRITOS A UN BATALLÓN DE UNA CIUDAD COLOMBIANA
Resumen
Objetivo:
Calcular la prevalência del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA y su relación con factores personales, demográficas, lúdicas y familiares en soldados adscritos a un batallón de una ciudad colombiana.
Método:
Estudio cross sectional en una muestra de 384 soldados a los cuales se aplicó el instrumento ASSIST. Se realizó un análisis descriptivo y se calculó la prevalencia de SPA en la vida y a los tres meses, con sus respectivos intervalos de confianza (IC) del 95 %. Se determinó la asociación del desenlace con factores plausibles, por medio de la razón de prevalencias y sus respectivos IC del 95 %. Se construyeron modelos de regresión binomial simple y múltiple y regresión binomial negativos (cálculo de índice-Rate Rations (IRR)) y se calculó la prueba exacta de Fisher. Para determinar las variables candidatas a ingresar al modelo ajustado, se aplicó el criterio de Hosmer-Lemeshow.
Resultados:
La prevalencia de consumo de SPA en la vida fue del 73,7 % con predominio del consumo de bebidas alcohólicas 58,6 %, del tabaco, 47,9 %, cannabis, 41,1 %, y cocaína, 16,4 %. La prevalencia de consumo de SPA en los últimos tres meses fue del 48,4 %, con hegemonía del tabaquismo, 33,1 %.
Conclusiones:
El consumo de sustancias psicoactivas es una problemática que debe abordarse desde el factor humano y la gestión social en cualquier organización en general y en particular en el ejército colombiano. Se deben revisar los protocolos de inserción de los soldados regulares que conduzcan a minimizar la incorporación de ciudadanos que consuman sustancias psicoactivas.
Main Text
Introducción
Las SPA o drogas son todas aquellas que generan adicción, se introducen en el organismo, por cualquier vía de administración, producen alteraciones del funcionamiento del sistema nervioso central y son susceptibles de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas. Además, las SPA tienen la capacidad de modificar la conciencia, el estado de ánimo, minimizar emociones como miedo, tristeza, ira y aburrimiento, haciendo que persona realice cosas que no haría en estado natural 1, efectos duraderos que pueden llevar a convertir al abuso de drogas en adicción. Las SPA tienen diferentes clasificaciones: por sus efectos, por su composición química o por su forma de distribución, entre otras. De acuerdo con el glosario de términos de alcohol y drogas elaborado por la Organización Mundial de la Salud 2, se han clasificado como drogas lícitas, aquellas que están legalmente disponibles mediante prescripción médica o en algunas ocasiones sin ella, es decir, que se les ha permitido su comercialización; entre ellas se destaca el alcohol y el tabaco; las drogas ilícitas, aquellas cuya producción, porte, transporte y comercialización están legalmente prohibidas o que son usadas sin la prescripción médica exigida, entre ellas están la cocaína, la marihuana, etc.
El consumo, abuso y dependencia de SPA representa, a nivel mundial, una carga importante para los individuos y la sociedad, en el sentido de que se asocian con trastornos de la salud física y mental 3, con el aumento en la demanda de servicios de salud, los altos índices de incapacidad, los fenómenos delictivos y la propagación de epidemias como el VIH y la hepatitis B y C 1, entre otras.
El consumo de SPA se ha incrementado considerablemente en el mundo, lo que es un problema de salud pública. Esta problemática se evidencia en el Informe Mundial sobre las Drogas de la Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito 4, en el que se estimó un total de 246 millones de personas consumidoras de drogas ilícitas, o una de cada 20 personas de edades comprendidas entre los 15 y 64 años, lo que refleja un incremento de tres millones de personas en relación con el informe anterior a este. Muchos países de América Latina se encuentran promoviendo debates sobre las políticas de drogas utilizando estrategias más eficientes, con el fin de enfocarlas en los derechos humanos de las personas y la salud pública. No es ajeno que se trata de un problema que requiere de un esfuerzo humano, económico y político, pero sigue siendo una de las principales motivaciones para Colombia 5.
El consumo de drogas ilícitas está creciendo en el país, no solo porque más personas las consumen, sino porque el mercado de sustancias es cada vez más amplio y diverso. Se ha estimado que alrededor de tres millones de personas han consumido drogas ilícitas alguna vez en su vida; la sustancia ilícita más consumida en Colombia es la marihuana, seguida de la cocaína, el basuco y el éxtasis. Del total de consumidores de drogas ilícitas en el último año, el 87 % consumía marihuana. A nivel mundial, también la marihuana es la droga de mayor consumo; no obstante, no se debe desestimar el consumo de sustancias que producen dependencia, pues drogas con bajas prevalencias como la heroína y el basuco tienen altos impactos en la salud pública 6.
Los soldados regulares no son ajenos al consumo de sustancias psicoactivas. Se vislumbra que el personal recién incorporado irradia las situaciones de la sociedad en que se está sumergido y, en el caso de Colombia, sus filas están principalmente compuestas por personal masculino joven de 14 a 25 años 7 que, de acuerdo al Estudio Nacional de Consumo de SPA, es el de mayor prevalencia para el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias psicoactivas 8.
En Colombia, aunque se han realizado una serie de encuestas nacionales y departamentales, se ha identificado el incremento del consumo de sustancias ilícitas en la vida, tales como la marihuana, el basuco, el éxtasis o la heroína. Son pocos los estudios publicados que permiten visibilizar este fenómeno en los soldados ; una de estas encuestas reportó para el 2008 un consumo del 8,6 %, mientras que para el 2013 fue del 12,17 %. En un estudio similar, realizado a estudiantes universitarios apoyado por la UNODC en el 2009, el consumo de marihuana fue del 11,21 % y del 2012 de un 15,01 % 5.
Actualmente y al conocer todo el suceso y acontecimiento que ha tenido este problema en el país, se formuló el Plan Nacional de Promoción de la Salud, Prevención y Atención del Consumo de SPA 2014-2021, que tiene por objeto reducir la magnitud del uso de drogas y sus consecuencias adversas mediante un esfuerzo coherente, sistemático y sostenido enfocado en la promoción de condiciones y estilos de vida saludables, prevención del consumo y atención de las personas y comunidades afectadas 9. En esta perspectiva, identificar la prevalencia del consumo de SPA en los soldados regulares adscritos a un batallón de un departamento de Colombia, debido a que los hábitos malsanos como los del consumo referido no son compatibles con la institución, toda vez que está impreso en el plan maestro de salud mental y en el decálogo de seguridad de las armas, que ante cualquier reacción los militares deben tener capacidad de autodeterminación y conciencia plena de sus actos.
Materiales y métodos
Se trata de un estudio cross sectional, en el que se estimó la prevalencia de SPA y los factores que se le asocian. El estudio tiene tal denominación dado que no se tiene antecedencia ni temporalidad de los factores de riesgo y más bien es una mirada, en un momento del tiempo, del porcentaje que tienen tal adicción. La muestra estuvo constituida por 384 soldados regulares adscritos a un batallón de una ciudad colombiana en el 2017, se trabajó con una confianza del 95 % para un error máximo permisible del 5% y una prevalencia estimada del consumo de SPA del 50 %, dado el desconocimiento de prevalencias afines en el medio nacional.
El instrumento utilizado fue la prueba de detección de consumo de alcohol, tabaco y sustancias, Alcohol, Smoking and Substance Involvement Screening Test (ASSIST), por sus iniciales en inglés, el cual fue desarrollado por un grupo internacional de investigadores y médicos especialistas en adicciones bajo el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en respuesta a la carga que representaba, y representa, para la salud pública, el consumo de sustancias psicoactivas en el mundo 10,11. En el instrumento se indaga por el consumo de las siguientes sustancias: tabaco, alcohol, cannabis, cocaína, estimulantes de tipo anfetamina, inhalantes, sedantes o pastillas para dormir, alucinógenos, opiáceos y otras drogas; el tiempo promedio para la aplicación fue de 8 minutos y fue dirigido por psicólogos clínicos militares.
El ASSIST fue validado en una muestra de 1047 personas de Australia, Brasil, India, Tailandia, Reino Unido, Estados Unidos y Zimbabue, en la que se mostró su validez con un alfa de Cronbach de: tabaco (0,80), alcohol (0,84), cannabis (0,86), cocaína (0,93), ATS (0,94), inhalantes (0,93), sedantes (0,89), alucinógenos (0,77) y opioides (0,94). Se indicó que la prueba tenía una validez de manera concurrente, predictiva y discriminatoria 11. El ASSIST viene siendo implementado en Colombia desde el 2009, como una iniciativa del Ministerio de Salud y la Protección Social, a través de las capacitaciones en el programa Treatnet de la OMS, que tiene como objetivo la difusión y estandarización de prácticas e instrumentos de evaluación basados en la evidencia, en el manejo de los problemas por consumo de sustancias psicoactivas 12.
La puntuación de riesgo para cada sustancia que el usuario informa haber consumido es obtenida por una suma, permitiendo clasificar a la persona según el nivel de riesgo para cada sustancia en 'bajo, 'moderado' o 'alto', y posteriormente se determina el tratamiento por seguir, ya sea: 'no tratamiento', 'intervención breve' o 'derivación a un servicio especializado para evaluación y tratamiento 10.
Al comparar el ASSIST con otros instrumentos como SDS, RTQ y AUDIT, se encontró en la validación realizada por Humenjuk 2008, correlación significativa del ASSIST con la puntuación obtenida en la SDS (r= 0,59, P<0,001). Las puntuaciones de ASSIST para tabaco y alcohol se correlacionaron significativamente de manera positiva con la puntuación total de RTQ y la puntuación de AUDIT, respectivamente.
En el análisis de la información se realizó, primero, una descripción de las variables de interés con el fin de caracterizar la muestra, luego se estimó la prevalencia del consumo de SPA, la cual se acompañó del intervalo de confianza del 95 %. Se conformaron dos grupos, uno constituido por aquellos soldados consumidores de SPA y el otro por los no consumidores, tendiente a explorar la asociación con variables de interés utilizando como medida de asociación, la razón de prevalencias, RP, cuando las variables independientes fueren cualitativas. En el análisis multivariado, se estableció el efecto conjunto de los algunos factores sobre el desenlace mediante una regresión binomial, propia de los estudios de corte transversal, que permite estimar la magnitud del efecto, la razón de prevalencia acompañada de su respectivo intervalo de confianza del 95 %.
Previamente, la elección de las variables candidatas a integrar el modelo se hizo utilizando el criterio de Hosmer-Lemes-how, según el cual son candidatas a ingresar a este aquellas que en el análisis bivariado presentaron un valor de p menor de 0,25 en la prueba de asociación con el desenlace, consumo de SPA, sin olvidar la plausibilidad biológica. También se construyó una covariable que expresara la cantidad de sustancias distintas consumidas por el soldado en su vida, como desenlace y según los mismos criterios que se utilizaron para la construcción del modelo binomial, indicados antes, se construyó un modelo de regresión binomial negativo dada la existencia de sobre dispersión, situación en la cual la medida de la asociación fue la Incidence-Rate Ratios (IRR), la que se acompañó de los respectivos intervalos de confianza del 95 % para las variables constitutivas del modelo. Para la obtención de los resultados, se acudió a los programas estadísticos SPSS, v.23 y Stata, v.15; Office fue la herramienta para la elaboración del informe final.
Se acogieron los principios éticos recogidos en la Declaración de Helsinki y se obtuvo el informe favorable del comité de ética de la institución y la autorización del batallón y del área de psicología. Todos los soldados firmaron el documento de consentimiento informado específico siguiendo los cánones formalizados en la investigación con humanos.
Resultados
Se aplicó el instrumento a 384 soldados regulares adscritos a un batallón de un municipio colombiano en el 2017. En los soldados regulares, el 52,6 % provenían del departamento de Antioquia; el promedio de la edad fue de 20,0 años (DE=1,7 años) y además el 75,3 % de ellos tenían más de 18 años; de aquellos soldados en quienes se conoció el nivel de escolaridad, el 42,4 % respondió que tenía estudios secundarios; en cuanto al tipo de familia, el 18,8 % refirió que vivía con el papá, la mamá y los hermanos (familia nuclear), aunque fue llamativo que se desconociera la conformación de esta en el 52,3 % de los casos; cuando se preguntó sobre las relaciones de integración entre los miembros de la familia, el 20,6 % de los soldados refirió que era positiva, caso contrario, en el 21,6 % que indicó que provenía de una familia desintegrada, aunque es importante anotar la renuencia del soldado a responder este interrogante; al momento de la encuesta, con respecto a los pasatiempos preferidos de los soldados, aunque en el 49,2 % estos no refirieron actividad alguna, el 30,5 % dijo que practicaba algún deporte; el 46,4 % y 42,2 % de los soldados dijeron que su mejor amigo o hermano/familiar consumían drogas; el 18 % manifestó que identificaban al oficial y suboficial como una figura de autoridad (tabla 5).
En cuanto a las frecuencias de consumo de las diversas sustancias que producen dependencia, las prevalencias de consumo en la vida predominantes fueron la de bebidas alcohólicas 58,6 %, el tabaco, 47,9 %, cannabis, 41,1 %, y la cocaína, 16,4 %, en ese orden. La prevalencia de consumo de cada sustancia en particular, en los últimos tres meses, reflejó predominio del tabaquismo, en el 33,1 % de los casos, por encima, en casi dos puntos porcentuales, sobre la prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas, notándose también una disminución importante en las prevalencias de los demás indicadores calculados en los últimos tres meses con respecto a los computados en las prevalencias en la vida.
Se hicieron preguntas a los soldados, considerándose como espacio temporal los tres meses anteriores a partir de la aplicación del instrumento, relacionados con la frecuencia en la cual sintieron un fuerte deseo o ansias de consumir, los problemas de salud, sociales, legales o económicos que le habían generado el consumo y los principales impedimentos para la realización de actividades que se esperaban del soldado, todas estas preguntas referidas para cada sustancia en particular; se encontró que, en el primero caso, la ansiedad se reflejó principalmente por el consumo de tabaco, cannabis y bebidas alcohólicas; en el segundo caso, el consumo de bebidas alcohólicas tuvo un rol protagónico, seguido el consumo de cannabis y tabaco con menor protagonismo y en el tercer caso se recalcó que el principal impedimento para la realización de actividades que se esperaban del soldado fue el consumo de bebidas alcohólicas y, en menor proporción, el consumo de cannabis y tabaco (tabla 1).
En general, la prevalencia de consuma SPA en la vida fue del 73,7 % en contraste con la prevalencia de consumo de SPA en los anteriores tres meses, del 48, de - 4% a partir del momento en que se aplicó el instrumento (figura 1).
Fue importante conocer el tiempo de consumo en la vida de SPA, en meses, cuya distribución fue muy heterogénea con importantes variaciones entre los consumos mínimo y máximo. Se conoció la información de dicho tiempo de consumo en la vida en 252 soldados. El 50 % de estos refirió que ha había consumido SPA como máximo durante 49,7 meses (4,1 años); de igual manera, el tiempo de consumo más usual fue de 69,8 meses (aproximadamente 5,1 años). Nótese que el 27 % indicó que el tiempo de consumo en la vida fue como máximo de dos años y quienes respondieron que este había sido mayor de 5,7 años constituyeron el 19 % del total de soldados en la muestra (ver tabla 2).
Se destaca que, en general, el 57,2 % de los soldados regulares consumían, al momento de la encuesta, máximo 3 sustancias psicoactivas. Llama la atención que el 6,5 % de los 371 soldados en quienes se conoció la cantidad de sustancias que habían consumido a lo largo de su vida refirieron que habían consumido como mínimo 5 sustancias (ver tabla 3).
De acuerdo con el cuestionario ASSIST, para cada sustancia que la persona informa haber consumido nos permite calcular el puntaje de riesgo. Este puntaje lo podemos clasificar en tres niveles y en cada caso se determina la intervención más adecuada. Según la clasificación de riesgo, se encontró un predominio del riesgo bajo de presentar problemas relacionados con el consumo de SPA, aunque los soldados podrían ser consumidores de sustancias de vez en cuando. Nótese que el riesgo moderado de los consumidores de tabaco, cannabis y bebidas alcohólicas fue 33,1, 26,0 y 14,3 % respectivamente, lo cual generó una alerta temprana de problemas de salud y de otro tipo. Aunque el riesgo alto de consumo de sustancias psicoactivas es significativamente menor con respecto a los otros tipos de riesgo, sobresalieron el consumo de cannabis (2,6 %), tabaco (1,3 %) y bebidas alcohólicas (1,6 %) (tabla 4).
Cuando se consideró la distribución conjunta de cada una las características demográficas, lúdicas y familiares de los soldados regulares, con respecto al consumo de SPA en la vida, se encontró que el departamento de procedencia del soldado se asoció significativamente con el consumo de SPA en la vida. Se observa una disminución en el consumo de SPA de un 20 % en los soldados provenientes del municipio de Sucre ((RP=0,8 IC (95 % RP: 0,7 1,0) en comparación a los asentados en el departamento de Antioquia, mientras que el consumir SPA se reduce en un 30 % en los otros departamentos de procedencia de los soldados (RP=0,7 IC (95 %: 0,6 0,8) al compararlo con los soldados asentados en el departamento de Antioquia.
También el consumo de SPA en la vida presentó diferencias estadísticas en relación con tipo de familia de la cual procedía el soldado, en el sentido que en los soldados regulares en los cuales su clan familiar estaba constituido por uno solo de los padres (monoparental) o por la unión de varias familiares nucleares (compuesta), la oportunidad del consumo de SPA se incrementó en un 30 % y 50 %, respectivamente, en relación con los soldados que provenían de una familia nuclear (RP=1,3 IC (95 % RP: 1,0 1,6) y RP=1,5 IC (95 % RP: 1,2 1,8).
Cuando el mejor amigo del soldado, un hermano, familiar o un oficial o suboficial referente consumía drogas, se incrementaba la oportunidad del consumo de SPA en los soldados en un 70 %, 60 % y 30 %, respectivamente, en relación con aquellos que tenían amigos, hermanos o familiares y oficial o suboficial referente que no consumían (RP=1,7 IC (95 % RP: 1,5 1,9); RP=1,6 IC (95 % RP: 1,4 1,8) y RP=1,3 IC (95 % RP: 1,2 1,4). La edad del soldado regular, el nivel educativo, el tipo de integración familiar y las actividades que hacían en los tiempos libres no se asociaron significativamente con el consumo de SPA en la vida (tabla 5).
En el análisis multivariado, después de un proceso de selección por pasos, se encontró que los factores que mayor peso presentaron sobre el consumo de SPA en la vida estuvieron relacionados con el consumo de los amigos o de un hermano o familiar; así, si el mejor amigo del soldado consumía drogas, la oportunidad de que él consumiera se incrementaba en un 40 % ajustado por si algún familiar o hermano también recurría a tal práctica (RP=1,4 IC95 % (1,2 1,6)); análogamente, si un hermano o familiar consumía habitualmente drogas, la oportunidad de consumo del soldado se incrementaba en un 20 %, cuando se controlaba por el factor que refería el consumo del mejor amigo (RP=1,2 IC95 % (1,1 1,4)). Nótese que al ajustar por estos dos factores se controlaba el efecto individual de cada uno de ellos en el sentido de que se estaba sobrestimado la oportunidad de consumo (tabla 6).
Se relacionó la cantidad de sustancias psicoactivas que el soldado había consumido en su vida, como covariable de conteo, y se relacionó con cada uno de los factores considerados en el estudio, mediante modelos de regresión binomiales negativos. Obsérvese que, en todos los casos, las medias y las varianzas de la cantidad de sustancias consumidas en cada uno de los factores fueron diferentes, lo cual sustenta el uso del modelo. Se encontró un efecto significativo del número de SPA consumidas en la vida de acuerdo con el departamento donde procedía el soldado siendo mayor en los departamentos de Sucre y otros departamentos, en un 50 y 60 %, respectivamente, con respecto al departamento de Antioquia.
También se encontró significación estadística entre la cantidad de sustancias psicoactivas consumidas en la vida y las variables de: cuando el mejor amigo consume drogas, cuando un familiar o hermano consume drogas o cuando algún oficial, suboficial o figura de autoridad consumía drogas, observándose un incremento en el número de sustancias psicoactivas consumidas de 3,8, 3,6 y 2,3 veces en cada caso, con respecto a si los mejores amigos, familiares o hermanos o si las figuras de autoridad, oficiales o suboficiales no consumían. Al comparar el número de sustancias psicoactivas consumidas en la vida con los diferentes factores demográficos, lúdicos y familiares, se encontró que aunque fue mayor la estimación del riesgo en los soldados que tenían como mínimo 18 años (en un 20 %), en quienes refirieron tener estudios primarios, en los soldados que indicaron que su familia era monoparental y en quienes tenían como hobby las redes sociales, no se identificaron diferencias estadísticamente significativas al contrastar con las otras categorías de su respectiva variable (tabla 7).
De acuerdo con las variables que cumplieron el criterio de Hosmer Lemeshow, indicadas en la tabla 8, se construyó un modelo de regresión binomial negativo múltiple, paso a paso, en el cual se obtuvo que el departamento del que procedía el soldado, el consumo de drogas por parte del mejor amigo, de un familiar o hermano y de un oficial o suboficial o figura de autoridad fueron los factores que mejor explicaron la cantidad de drogas consumidas por el soldado en su vida; así, este incremento fue mayor en los soldados que provenían del departamento de Sucre o de otros municipios en un 40 % y en aquellos cuyo mejor amigo, hermano o familiar o suboficial u oficial o figura con autoridad consumían drogas con estimaciones del riesgo de 2,3, 2,6 y 1,6, respectivamente. Nótese que el cambio importante, de más del 10 %, en los factores, con excepción del que refiere la procedencia del soldado, indica que, con el ajuste, se controló la sobreestimación del riesgo observada en la tabla 8, cuando se construyeron los modelos simples. Por ejemplo, si el soldado regular tenía un hermano o familiar que consumía drogas, se incrementaba la cantidad de consumo de las mismas 2,6 veces más cuando se controlaba por las demás (tabla 8).
Discusión
El alto consumo de SPA en soldados regulares adscriptos a un batallón colombiano tiene diversos factores asociados 13, además de los encontrados en este estudio; entre ellos, la depresión, ideación suicida, ausencia de redes de apoyo, escasas estrategias de afrontamiento, antecedentes familiares de enfermedad mental y consumo, irritabilidad, antecedentes penales, entre otros, factores que tienen como consecuencia una alta vulnerabilidad que pone en riesgo la autodeterminación y la plena conciencia de los actos, generando así situaciones problemáticas como el suicidio, homicidios, deserciones, robo de material de guerra e intendencia en una institución como el Ejército Nacional. De acuerdo con el artículo 216 de la Constitución Política de Colombia, la prestación del servicio militar es una obligación en cabeza de todos los hombres mayores de edad. El marco normativo que regula la prestación del servicio militar en Colombia, está representado en la Ley 48 de 1993 y el Decreto 2048 del mismo año; en este marco normativo se estipula que la edad para prestar el servicio militar obligatorio está entre los 18 y 24 años de edad, un rango que está en la franja de mayor consumo en el país 14.
En Colombia, el alcohol continúa siendo la sustancia psicoactiva de tipo legal más ingerida, con 86 % al menos una vez en la vida y 35 % en los últimos 30 días, lo que es afín a los resultados encontrados en este estudio. Frente a las drogas ilegales, en primer lugar, se encuentra la marihuana con 8 % y la cocaína con 2,5 %, ambas sustancias consumidas al menos una vez en la vida 15, en un estudio realizado en militares españoles con una edad media de 25 años, revela que las drogas más usadas fue el tabaco 54,2 %, y el alcohol 39,9 % 16.
Aunque el consumo de bebidas alcohólicas en el país se mantiene estable a través del tiempo, las prevalencias son altas. Cerca de la mitad de la población utiliza con alguna frecuencia esta sustancia y no menos de la quinta parte se encuentra en situación de riesgo o con problemas asociados a su abuso. Llama la atención el consumo de alcohol a temprana edad pese a la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad 14.
En Colombia, existen pocas publicaciones relacionados con consumo de drogas en personal militar. Al indagar en estudios realizados en otros países, se encontró que en España once de cada cien militares consumen drogas ilícitas. Para el estudio, en cuanto al tipo de consumo al que acudían los soldados, las bebidas alcohólicas, el tabaco y el cannabis fueron las de mayor consumo, en ese orden, del 80 %, 65 % y el 56 %, respectivamente. En cuanto a las sustancias legales, el 88 % de los soldados refirieron consumir alguna de estas, y para las ilegales el 58 %. El consumo de drogas ilícitas se ha incrementado en el país, no solo porque más personas las consumen, sino porque el mercado es cada vez más amplio y diverso. Al igual que en el resto del mundo, en Colombia la marihuana es la sustancia ilícita de mayor consumo, seguida de la cocaína, el bazuco y el éxtasis; del total de consumidores de drogas ilícitas en el último año, el 87 % consume marihuana. No obstante, no se debe desestimar el consumo de ninguna sustancia, pues drogas con bajas prevalencias como la heroína y el bazuco, tienen altos impactos en la salud pública 5.
En el reporte de drogas de Colombia para el 2015, al realizar la comparación del 2008 y 2013 en población en general, se identificó que en las sustancias lícitas el 87,07 % ha consumido alcohol durante su vida, pero en el último año lo ha hecho el 58,8%; caso similar ocurre con el consumo de tabaco, donde presenta una prevalencia de consumo para la vida del 42 % mientras que para el último año fue de 16,2. Este estudio también se realizó en población escolar en el 2004 y 2011. Al respecto, se encontró fue que el 28,11 consumieron tabaco en la vida, pero en el último año lo hizo el 18,75 %; en cuanto al consumo de alcohol el 69,22 % en la vida y el 62,43 % en el último año. En cuanto al cannabis presento, el 6,17 % 14. Estos resultados son muy similares al presente estudio, aunque en el consumo de las sustancias ilícitas el batallón presentó valores mayores.
El 20 % de los encuestados refieren consumo actual de cigarrillo , la prevalencia de consumo de tabaco en el a vida para las edades de 18 a 24 años en el estudio de drogas de Santa Marta presentó un 58,8 % en la vida, en el último año del 36,3 % y en el mes de 26,3 %. Para el caso de alcohol en la vida, en el año y en el mes fue de 96,3 °%, 93,8 °% y 72,5 °%, respectivamente. En cuanto a cualquier sustancia lícita, se identificó una prevalencia de consumo en la vida, en el año y en el último mes de las mismas edades del 40 %, 22 % y 16 %, respectivamente 17. Así mismo, en el tercer estudio epidemiológico andino sobre el consumo de drogas en la población universitaria en el 2016, se encontró un prevalencia en el último mes del 55,4 para el consumo de alcohol, tabaco del 16,8 %; en cuanto a las sustancias ilícitas, presentó una prevalencia del 22,4 % 18. En estas cifras, comparadas con el estudio que se desarrolló el cual comprende edades similares, se identifica que hay un alto consumo de dichas sustancias para ambos casos, lo cual requiere una adecuada intervención por parte del equipo de psicología de los batallones aunque estos a su vez manifiestan que el 0,1 por ciento de los soldados (es decir, unos 200 entre 200 000 hombres) se han acercado voluntariamente a esa dependencia en busca de ayuda para dejar las drogas 19.
Este estudio se realizó por solicitud de un batallón en Colombia para el mejoramiento de los procesos de adaptación a la vida militar, donde se concluye que la alta prevalencia en el consumo de SPA se convierte en una preocupación exclusiva del Ejército Nacional, donde se contempla que el consumo de drogas ayuda a resistir las difíciles condiciones que se afrontan en medio del conflicto, y que los principales factores de riesgo son tener amigos o superiores que consumen y la disfuncionalidad familiar.
Agradecemos al batallón solicitar este estudio para el mejoramiento de sus procesos de adaptación a la vida militar.
Resumen
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